Hoy me gustaría compartirles una pequeña historia con una gran enseñanza. La fábula del camello sabio.

Una madre camello y un bebé camello estaban descansando, cuando de repente el bebé camello, invadido por la curiosidad, se dirigió a su madre…

-Madre, ¿puedo preguntarte algunas cosas?
La Mamá camello respondió: ¡Claro que sí! ¿Por qué hijo, hay algo que te preocupa?
-¿Por qué los camellos tenemos joroba?, preguntó el pequeño.

-Mira hijo, nosotros somos animales del desierto, y nuestra joroba nos permite almacenar nutrientes que nos sirven de reserva para sobrevivir a los grandes trayectos en los que no se encuentra agua ni alimentos. Respondió la madre.
-¿Y por qué son nuestras piernas son tan largas?, preguntó el bebé camello.
-Verás hijo, nuestras piernas se han adaptado para andar por el desierto. Gracias a estas largas piernas nos podemos mover en la arena mejor que nadie. Dijo la madre orgullosa.

-¿Y por qué son nuestras pestañas tan grandes y gruesas? Preguntó el pequeño.
-Hijo mío, aquellas pestañas grandes y gruesas nos sirven de protección. Ellas ayudan a proteger nuestros ojos del viento y de la arena de desierto; dijo su madre con ojos llenos de orgullo.
-Ya entiendo, replicó el bebé camello. Pero… si nuestra joroba, nuestras piernas y estas pestañas nos permiten movernos con habilidad por el desierto, entonces, ¿qué demonios estamos haciendo aquí en el zoológico?

Crédito: sabiasmoralejas

Moraleja

«Habilidades, conocimiento, talento, capacidades y experiencia únicamente son útiles si estás en el lugar correcto».

Ahora, me gustaría compartirte una pregunta para que te hagas. Estoy en el lugar correcto?

Qué te pareció la fábula del camello sabio? Si quieres puedes dejarme tu opinión o hacer cualquier consulta del blog ingresando aquí.

Créditos: Negocios y Emprendimientos

No hay comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Follow by Email
LinkedIn
Share
RSS
Instagram