La renta fija es un tipo de inversión en la que recibimos el mismo monto de dinero en partes iguales en un período de tiempo, previamente establecido.

Esto quiere decir que al invertir en un activo, sabemos con anticipación cuanto dinero recibiremos en cada período de tiempo (que puede ser mensual, trimestral, semestral, anual, etc.).

De esta manera conocemos antes de invertir, el interés o la rentabilidad que vamos a recibir al realizar la inversión, y las fechas de pago. Las inversiones en renta fija tienen, generalmente, un riesgo menor que las rentas variables.

Imagen: redelaldia

Un ejemplo de una inversión en renta fija son los bonos soberanos (aprende sobre ellos aquí). Al invertir en ellos, recibiremos cada cierto tiempo, generalmente semestralmente, un monto de dinero por la inversión + los intereses, hasta el vencimiento del bono.

Existen un gran número de activos financieros que otorgan esta renta (por ejemplo, ganado). Son una interesante opción para aquellos que buscan generar un flujo de dinero extra (y también ingresos pasivos) y de bajo riesgo.

Si a la ganancia de la renta fija la reinvertimos en otros activos, y volviendo a su vez a reinvertir en otros activos, llevándonos por el concepto de interés compuesto, con el tiempo, tendremos un gran capital.

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