La renta variable es un tipo de renta producida por un tipo de inversión donde no se conoce cuánto se obtendrá de ganancia (rentabilidad).

Tal como lo dice el nombre, es «variable» el monto de dinero que podremos recibir por la inversión.

La renta variable es lo contrario a la renta fija. En este tipo de inversión puede que la rentabilidad sea negativa, y por lo tanto, perdamos dinero.

Eso puede deberse a un gran cantidad de factores, entre ellos, la situación financiera de la empresa, su evolución, participación del mercado (market share), comportamiento en el mercado bursátil, etc.

 Dentro de los ejemplos de renta variable, tenemos las compra-venta de acciones, y los dividendos que entregan las empresas por ellas. SI quieres aprender a invertir en acciones puedes comenzar aquí.

En los dividendos, si a la empresa le fue bien en ese tiempo, obtendremos una renta mayor, caso contrario, nuestra renta será mucho menor.

Para el caso de la compra-venta de acciones, si compramos acciones de una empresa a un precio bajo, y a la empresa le fue bien (entonces el precio de las acciones suben); entonces al venderlas obtendremos una renta interesante.

Al invertir en activos de renta variable, el riesgo es mucho mayor que invertir en uno que sea de renta fija. Se espera una mayor rentabilidad en este tipo de inversión, que en la renta fija.

También se espera que la rentabilidad sea mayor sobretodo en el largo plazo, aunque pueden existir casos donde no siempre se cumple esto.

 

No hay comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Follow by Email
LinkedIn
Share
RSS
Instagram