La cigarra era feliz disfrutando del verano:  El sol brillaba, las flores desprendían su aroma…y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequeña hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos.

– ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.
– Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería – le respondía la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.

La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga. 

Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.

– Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.

La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.

– Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?
– Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.

– ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.

A partir de entonces, la cigarra aprendió a no reírse de nadie y a trabajar un poquito más.

Este interesante cuento (o fábula), nos deja una serie de valiosas enseñanzas:

1.Para conseguir nuestros objetivos se requieren hacer sacrificios. Conseguir lo que deseamos requiere dedicar nuestro tiempo y energía. En las finanzas personales, un ejemplo de un sacrificio es el ahorro, donde renunciamos a algo que queremos para poder conseguir algo mejor en el futuro.

2.El futuro se construye ahora. Como la hormiga, realizando su trabajo en el verano, luego pudo disfrutar lo que había hecho con tanto esfuerzo.

3.El ahorro es bueno…pero también lo es la inversión. Lo primero nos permite realizar lo segundo. Las inversiones nos permiten acumular más y llegar a cumplir lo que nos propongamos financieramente. Por todo eso es importante invertir adecuadamente.

4.No preocuparse por el futuro o desconocerlo puede ser muy grave. Tal como le pasó a la cigarra, al no preocuparse por hacer algo para cuando llegara el invierno, tuvo grandes consecuencias. Debemos tomar conciencia de que el futuro llega, y si estamos preparados podremos vivir mejor, aún cuando sea incierto. Un ejemplo de prepararse para el futuro o lo imprevisto, es crear un fondo de emergencia.

Fuente: www.bme.es

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