Hay muchas personas que consideran que tener el dinero debajo del colchón es la forma más segura de proteger sus ahorros.

En general, piensan que tener el dinero, que tanto les costó ganar, es mejor que esté en su casa a que en el banco.

Esto lo hacen porque tienen temor a que el banco un día cierre y se vaya con sus ahorros, por desconfianza u otro temor oculto, o simplemente, por falta de conocimiento financiero sobre los peligros de tener el dinero en casa.

Al tener el dinero debajo del colchón, uno de los grandes peligros es sin dudas a que pueden entrar a robar la casa.

Otra cosa que puede suceder, es que puede ocurrir un desastre natural (por ejemplo una inundación), o un incendio, y la casa quede destruida, por lo que podemos perder, entre otras cosas, ese dinero que estaba debajo del colchón.

Además de estos peligros existe uno más y que es exclusivamente financiero….la INFLACIÓN (en éste artículo hablamos de ella).

Para ver el peligro que la inflación hace sobre nuestros ahorros, pensemos el siguiente ejemplo:

Tenemos $100 ahorrados debajo del colchón. Ese dinero, hoy nos permitirían 10 productos que tienen un valor de $10.

En lugar de comprar hoy, esperamos al próximo año, y los productos ahora no cuestan $10, sino que cuestan $11. Por tanto vamos a poder comprar solo 9 ($11 x 9 = $99).

Si se vuelve a repetir esto, al segundo año, en lugar de poder comprar 9, vamos a poder comprar 8, porque los productos aumentaron a $12 ($12 x 8 = $96).

Ese aumento sostenido de los precios, es lo que conocemos por inflación.

Si se mantiene el dinero en el colchón, con el tiempo, los precios de las cosas van a ir aumentando, lo que significará que con el mismo dinero que tenemos podremos comprar menos cosas.

En otras palabras, perdemos poder de compra.

Con el correr de los años, si sigue aumentando el precio de los productos y el dinero sigue estando debajo del colchón, no vamos a poder comprar ni un solo producto.

Por este motivo, la opción de tener el dinero ahorrado debajo del colchón, no es conveniente para nuestra finanzas personales.

Para poder superar esta problemática, la solución es invertir el dinero.

Esa inversión debe,por lo menos, permitirnos cubrirnos de ese aumento de precios, o en otras palabras, no hacernos perder el poder de compra.

2 Respuestas

  1. No entendía nada sobre el ahorro ni las tasas de interés en ese entonces. Las necesidades de mi familia eran inmediatas: alimentos, ropa, pagar la renta. No estaba ahorrando, excepto quizá para comprar algunos dulces. En general, la educación financiera entre las comunidades latinas es más baja que la del adulto promedio en Estados Unidos, sobre todo entre la primera generación de inmigrantes, pues la mayoría de ellos apenas sobreviven con empleos de bajos salarios.

  2. La principal y más obvia desventaja de guardar nuestros ahorros bajo el colchón es que se trata de una decisión totalmente insegura. Nadie nos garantizará nuestro dinero en caso de pérdida, lo cual supone una locura si hablamos de los ahorros de toda una vida.

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